
Llegó un forajido al banco y le entregó un papel a la cajera:
hesto es un hazalto.
La cajera no pudo soportar la risa y se lo mostró a los demás cajeros. Estos se lo pasaron al gerente, el gerente a los de seguridad, los de seguridad a los clientes. Todos reían mientras el forajido huía con los billetes verdes del banco.
Buen relato. Lo breve, si va con humor, resulta dos veces fino y breve. Gracias por la risa, luz de buda. Me hizo ver, en el gran contexto que convoca tu cuento, el gran humorismo y la dulce brevedad de Woody Allen, por ejemplo. Felicitaciones.
ResponderEliminarMuy bueno, David, tenés que sorprendernos en unos meses con tu libro de micro relatos.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarJajajajajajaja ¡Qué rica parodia! =0)
ResponderEliminarmae buenísimo me gustó en puta!
ResponderEliminarJaja, qué bueno está.
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